Escolapio
(Tormos, 1927 – Valencia, 2013)
En la Iglesia parroquial de San Luis Beltrán el lugar
de Tormos, filial de la parroquia de San Francisco de Paula de Ráfol de
Almunia, diócesis de Valencia, provincia de Alicante, el día 30 de abril de mil
novecientos veinte y siete, D. Juan Bta. Seguí Boronat, cura párroco de Sagra,
encargado accidentalmente de esta parroquia bautizo solemnemente a un niño y le
puso el nombre de Ernesto Camps Ginestar, que nació el día veintisiete de los
corrientes a las diez de la mañana, en la calle de la Plaza número once, hijo
de Enrique Camps Vicens y Carmen Ginestar Ripoll, naturales casados y vecinos de esta....
Durante los
años 1936-1939 de la Guerra Civil
Española, siendo el joven Ernesto
un adolescente, se refugiaron en el
pueblo de Tormos algunos religiosos. Entre ellos destacaba el Escolapio Luis
Ripoll Ginestar (1869 - 1956) hijo de Tormos. Al joven Ernesto le llamó la
atención la presencia de estos religiosos de sotana negra que permanecían residiendo
en el pueblo durante los arduos años de guerra, pero sin embargo por la vocación
religiosa que el joven Ernesto
manifestaba al ayudar ocasionalmente a
oficiar la Santa Misa al párroco de Tormos, y a estos nuevos religiosos, se estableció
una notoria relación con el padre Luis Ripoll.
Al observar el padre Luis
Ripoll el entusiasmo y la vocación que el joven manifestaba al ayudar a oficiar
la misa, en varias de sus conversaciones, le comentó la posibilidad de que
fuera a estudiar al Seminario Menor de los Escolapios que tenían en la Masía del
Pilar de Godelleta (Valencia), tema que fue de su agrado y donde posteriormente
irá para formarse.
De la presencia de estos
religiosos en Tormos y la relación con el joven Ernesto, podemos precisar, que
los padres del joven Ernesto, Enrique y Carmen, eran trabajadores de D. Joaquin
Ballester Lloret (Cofundador de Fontilles y Alcalde de Gandia), y caseros del
domicilio particular que este poseía en Tormos, domicilio donde se refugiaron
durante los años que duro la Guerra Civil Española, la monja carmelita
Margarita Ballester Lloret hermana de D. Joaquin, con otras compañeras (Salvadora Gasset Muñoz;
Rosalía Llamas Díez y Avelina León Gónzalez) monjas todas ellas del mismo
convento de Dénia, dos religiosos escolapios, uno de ellos, el mencionado padre
Luis Ripoll Ginestar natural de Tormos; un ex alcalde del municipio de Benimeli
y otros notables del municipio. A todas estas personas, el alcalde de Tormos,
José Perelló Torrens los tuvo a buen recaudo, salvaguardándolos de las
incidencias que ocurrían en esas fechas contra los religiosos, evitándoles una
muerte segura.
Al terminar la Guerra Civil, Ernesto Camps ingresa con trece años en el colegio de las Escuelas Pías de Godella (Valencia) para realizar su periodo de formación hasta obtener el postulado. En agosto de 1942 realiza el noviciado con el maestro P. Pascual Juan. Realiza sus votos simples, e ingresa temporalmente en la Orden de los Escolapios.
OBEDIENCIAS - DESTINOS:
La Profesión Simple la realiza el 28 de agosto de 1943 con el maestro Padre José Mª Soto. El Juniorato lo realiza con los Padres Maestro y Antonio Montañana en el Monasterio de Santa María la Real de Irache (Navarra) donde estudia Filosofía. De allí se traslada a Albelda de Iregua (Logroño), donde realizó los estudios de Teología. Al terminar en 1950 los estudios, el 4 de julio lo trasladaron a Valencia, para incorporarse al día siguiente a las Escuelas Pías de Gandia en las que estuvo dos meses, que posteriormente el 5 de septiembre a la población de Albacete donde estaría impartiendo clase tres cursos. Ernesto Camps, fue ordenado el 9 de agosto de 1953 en el Santuario de Belén de Almansa por el que fuera primer Obispo de Albacete D. Arturo Tabera Araoz (de 1950 a 1968).
OBEDIENCIAS - DESTINOS:
La Profesión Simple la realiza el 28 de agosto de 1943 con el maestro Padre José Mª Soto. El Juniorato lo realiza con los Padres Maestro y Antonio Montañana en el Monasterio de Santa María la Real de Irache (Navarra) donde estudia Filosofía. De allí se traslada a Albelda de Iregua (Logroño), donde realizó los estudios de Teología. Al terminar en 1950 los estudios, el 4 de julio lo trasladaron a Valencia, para incorporarse al día siguiente a las Escuelas Pías de Gandia en las que estuvo dos meses, que posteriormente el 5 de septiembre a la población de Albacete donde estaría impartiendo clase tres cursos. Ernesto Camps, fue ordenado el 9 de agosto de 1953 en el Santuario de Belén de Almansa por el que fuera primer Obispo de Albacete D. Arturo Tabera Araoz (de 1950 a 1968).
La primera misa la oficia el 16 de agosto de 1953 en la Iglesia de San Luis Beltrán de su pueblo natal de Tormos (Alicante), con gran alegría de su familia y de todos sus paisanos. Los padrinos fueron D. Vicente Ballester Tur y su esposa Dª Luisa Lull Garcia, ensalzó las glorias del Sacerdocio Católico el reverendo padre Amadeo López.
La primera misa la oficia el 16 de agosto de 1953 en la Iglesia de San Luis Beltrán de su pueblo natal de Tormos (Alicante), con gran alegría de su familia y de todos sus paisanos. Los padrinos fueron D. Vicente Ballester Tur y su esposa Dª Luisa Lull Garcia, ensalzó las glorias del Sacerdocio Católico el reverendo padre Amadeo López.
La primera misa la oficia el 16 de agosto de 1953 en la Iglesia de San Luis Beltrán de su pueblo natal de Tormos (Alicante), con gran alegría de su familia y de todos sus paisanos. Los padrinos fueron D. Vicente Ballester Tur y su esposa Dª Luisa Lull Garcia, ensalzó las glorias del Sacerdocio Católico el reverendo padre Amadeo López.
Pocos días después, el 7 de
octubre, lo trasladan al colegio de los Escolapios de San Joaquín de la C/
Carniceros en Valencia, donde obtuvo la obediencia en 1954. Conseguida la
obediencia, el 17 de octubre lo trasladan a Algemesí donde permanecerá hasta
1959, dedicado siempre a impartir clase a párvulos y al deporte escolar.
Colegio San José de Calasanz de Costa Rica
A consecuencia de este auge, el 10 de octubre de 1959 trasladan al joven Padre Ernesto Camps a Managua (Nicaragua), donde permaneció hasta 1963. Residía e impartía clase en el Colegio Calasanz de Nicaragua y oficiaba misa en la Iglesia de San José. El 30 de mayo de 1963 lo trasladan al colegio de León (Nicaragua), donde según sus comentarios conocería el típico clima tropical con el calor y las lluvias de León, permaneciendo hasta el 26 de noviembre 1969. En ambos colegios estuvo impartiendo clases con niños de Primaria “párvulos” y también dedicado deporte escolar.
Habiendo permanecido algo
más de 10 años en Nicaragua, en enero de 1970 volvió a España, destinándolo de
nuevo al Colegio de los Escolapios de San José de Calasanz de Algemesí, donde
estuvo doce años dedicándose al igual que en Managua, a trabajar con niños de primaria
“párvulos” y al deporte escolar. El 3 de octubre de 1982 lo trasladan al
colegio de Albacete, donde impartirá clase entre los años 1986/87.
En los inicios del año 2000,
al tener ya más edad y después de una dilatada trayectoria de docencia impartiendo
clase a los niños, le dispensaron el tener que impartir clase, dedicándose durante
un tiempo a gestionar y ordenar la secretaría, que posteriormente, al contratar
una secretaria quedó como ayudante. A partir de ese momento y al tener más
tiempo libre, se interesó con el desarrollo de las nuevas tecnologías
informáticas, que gracias a los consejos y unos apuntes del padre Francisco
Montesinos, aprendió nociones básicas de Informática, el uso del ordenador y a
navegar por las redes sociales.
En los inicios del 2001 y a
petición propia, de nuevo regresó a Centro América, donde permanecería inicialmente
y por poco tiempo en la Viceprovincia de la Escolapia de Centroamérica en
León. Posteriormente al tener que ser intervenido quirúrgicamente, se desplazó
a San José de Costa Rica, donde seria intervenido quirúrgicamente en el
Hospital Clínica Bíblica de San José de Costa Rica. En el 2003 vuelve a España,
permaneciendo durante un año en el Colegio de los Escolapios de San Joaquín de Valencia.
Posteriormente volverá a Albacete en el 2004.
El padre Ernesto fue una persona
cordial, afectuosa, agradable, gran conversador, buen comensal y mejor
compañero. En mis numerosas conversaciones personales con el padre Ernesto, realizadas
cuando venía a Tormos y Sagra en fiestas o a visitar a sus familiares, me
comentó que fue feliz durante todo su apostolado. Que estuvo bien en todos los países
y plazas donde le destinaron, pero me confirmó, que sin ningún tipo de excepción
ni duda, los años que pasó en Algemesí fueron unos de los más agradables y felices
en su peregrinaje como Escolapio.
Personas de su entorno atestiguan,
que el padre Ernesto tenía siempre una palabra amable y un gesto cariñoso para
con los niños. También lo describen como un deportista nato en sus tiempos,
muchos le recuerdan con la sotana recogida en el ceñidor jugando con todas sus fuerzas
al frontón. Siempre rodeado de críos, era el organizador y alma de las
competiciones deportivas del Colegio, dirigiendo los partidos, enfadándose
cuando no hacían demasiado caso a sus directrices. En una de mis ultimas conversaciones
en mi casa con el Padre Ernesto, efectuó la siguiente afirmación: “Si volviera a nacer, de nuevo sería
Escolapio”.
Colegio San José de Calasanz de Algemesí
Los últimos años y debido a precariedad de su salud, permutada su estancia entre Albacete y Valencia, pero últimamente al acentuarse su dolencia el Padre Ernesto, estaba en la casa de los Escolapios de la Malvarrosa en Valencia, donde lo habían trasladado por el mejor clima y para que fuera atendido lo mejor posible. Pero por el desenlace de la vida Dios le llamó, falleciendo el 8 de febrero de 2013 en Valencia, celebrándose el funeral el día 9 a las 12 horas en la iglesia del Colegio de Albacete. Ahora, cumpliendo sus últimos deseos, descansa en Paz en el Panteón de los Escolapios del Cementerio de Ntra. Sra. de Los Llanos de Albacete.
La Tierra del Camposanto se ha enriquecido con las
reliquias de una gran persona, ya que nuestras memorias y corazones están
surtidos de miles de recuerdos vividos junto a él. El Padre Ernesto Camps nos
deja el testimonio que dejan los santos: Profundo
amor a Dios y a su Iglesia. Él lo vivió como un Escolapio de primera.
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