domingo, 29 de mayo de 2016

Ernesto Camps Ginestar. Escolapio

Escolapio

(Tormos, 1927 – Valencia, 2013)

 

Es de destacar en la población de Tormos, la ilustre persona del Escolapio Padre Ernesto Camps Ginestar, hijo de Enrique Camps Vicens y Carmen Ginestar Ripoll, que nace en Tormos el 27 de abril de 1927 y fallece en Valencia el 8 de febrero de 2013. Persona que ya desde muy joven tuvo vocación religiosa, ayudando al párroco del pueblo a oficiar la Santa Misa los domingos y festivos. En los Quinque Libri, 1860-1929 pág. 228, se describe:

En la Iglesia parroquial de San Luis Beltrán el lugar de Tormos, filial de la parroquia de San Francisco de Paula de Ráfol de Almunia, diócesis de Valencia, provincia de Alicante, el día 30 de abril de mil novecientos veinte y siete, D. Juan Bta. Seguí Boronat, cura párroco de Sagra, encargado accidentalmente de esta parroquia bautizo solemnemente a un niño y le puso el nombre de Ernesto Camps Ginestar, que nació el día veintisiete de los corrientes a las diez de la mañana, en la calle de la Plaza número once, hijo de Enrique Camps Vicens y Carmen Ginestar Ripoll, naturales casados y  vecinos de esta....



Durante los años 1936-1939 de la Guerra Civil Española, siendo el joven Ernesto un adolescente, se refugiaron en el pueblo de Tormos algunos religiosos. Entre ellos destacaba el Escolapio Luis Ripoll Ginestar (1869 - 1956) hijo de Tormos. Al joven Ernesto le llamó la atención la presencia de estos religiosos de sotana negra que permanecían residiendo en el pueblo durante los arduos años de guerra, pero sin embargo por la vocación religiosa que el joven Ernesto manifestaba al ayudar ocasionalmente a oficiar la Santa Misa al párroco de Tormos, y a estos nuevos religiosos, se estableció una notoria relación con el padre Luis Ripoll.
Al observar el padre Luis Ripoll el entusiasmo y la vocación que el joven manifestaba al ayudar a oficiar la misa, en varias de sus conversaciones, le comentó la posibilidad de que fuera a estudiar al Seminario Menor de los Escolapios que tenían en la Masía del Pilar de Godelleta (Valencia), tema que fue de su agrado y donde posteriormente irá para formarse.


De la presencia de estos religiosos en Tormos y la relación con el joven Ernesto, podemos precisar, que los padres del joven Ernesto, Enrique y Carmen, eran trabajadores de D. Joaquin Ballester Lloret (Cofundador de Fontilles y Alcalde de Gandia), y caseros del domicilio particular que este poseía en Tormos, domicilio donde se refugiaron durante los años que duro la Guerra Civil Española, la monja carmelita Margarita Ballester Lloret hermana de D. Joaquin, con otras compañeras (Salvadora Gasset Muñoz; Rosalía Llamas Díez y Avelina León Gónzalez) monjas todas ellas del mismo convento de Dénia, dos religiosos escolapios, uno de ellos, el mencionado padre Luis Ripoll Ginestar natural de Tormos; un ex alcalde del municipio de Benimeli y otros notables del municipio. A todas estas personas, el alcalde de Tormos, José Perelló Torrens los tuvo a buen recaudo, salvaguardándolos de las incidencias que ocurrían en esas fechas contra los religiosos, evitándoles una muerte segura.

Al terminar la Guerra Civil, Ernesto Camps ingresa con trece años en el colegio de las Escuelas Pías de Godella (Valencia) para realizar su periodo de formación hasta obtener el postulado. En agosto de 1942 realiza el noviciado con el maestro P. Pascual Juan. Realiza sus votos simples, e ingresa temporalmente en la Orden de los Escolapios.

OBEDIENCIAS  -  DESTINOS:

La Profesión Simple la realiza el 28 de agosto de 1943 con el maestro Padre José Mª Soto. El Juniorato lo realiza con los Padres Maestro y Antonio Montañana en el Monasterio de Santa María la Real de Irache (Navarra) donde estudia Filosofía. De allí se traslada a Albelda de Iregua (Logroño), donde realizó los estudios de Teología. Al terminar en 1950 los estudios, el 4 de julio lo trasladaron a Valencia, para incorporarse al día siguiente a las Escuelas Pías de Gandia en las que estuvo dos meses, que posteriormente el 5 de septiembre a la población de Albacete donde estaría impartiendo clase tres cursos. Ernesto Camps, fue ordenado el 9 de agosto de 1953 en el Santuario de Belén de Almansa por el que fuera primer Obispo de Albacete D. Arturo Tabera Araoz (de 1950 a 1968).

La primera misa la oficia el 16 de agosto de 1953 en la Iglesia de San Luis Beltrán de su pueblo natal de Tormos (Alicante), con gran alegría de su familia y de todos sus paisanos. Los padrinos fueron D. Vicente Ballester Tur y su esposa Dª Luisa Lull Garcia, ensalzó las glorias del Sacerdocio Católico el reverendo padre Amadeo López.





La primera misa la oficia el 16 de agosto de 1953 en la Iglesia de San Luis Beltrán de su pueblo natal de Tormos (Alicante), con gran alegría de su familia y de todos sus paisanos. Los padrinos fueron D. Vicente Ballester Tur y su esposa Dª Luisa Lull Garcia, ensalzó las glorias del Sacerdocio Católico el reverendo padre Amadeo López.




Pocos días después, el 7 de octubre, lo trasladan al colegio de los Escolapios de San Joaquín de la C/ Carniceros en Valencia, donde obtuvo la obediencia en 1954. Conseguida la obediencia, el 17 de octubre lo trasladan a Algemesí donde permanecerá hasta 1959, dedicado siempre a impartir clase a párvulos y al deporte escolar.

A medianos del siglo XX, se produjo una gran proliferación o incremento vocacional de la orden de los Escolapios en España, este incremento vocacional produciría una expansión de la Escuelas Pías también por América del Sur. Concretamente en Nicaragua, donde ya desde 1950 los escolapios iniciaron una campaña de valores religiosos, educativos, sociales y culturales con los alumnos/as de sus colegios utilizando los principios aspectos y concepción de la pedagogía de San José de Calasanz, ya que con el lema “Piedad y Letras” han sido el estandarte de diversas generaciones, siendo los más destacados en América Latina, los Colegios de Calasanz de Managua y el de Calasanz de León.
   



Colegio San José de Calasanz de Costa Rica


A consecuencia de este auge, el 10 de octubre de 1959 trasladan al joven Padre Ernesto Camps a Managua (Nicaragua), donde permaneció hasta 1963. Residía e impartía clase en el Colegio Calasanz de Nicaragua y oficiaba misa en la Iglesia de San José. El 30 de mayo de 1963 lo trasladan al colegio de León (Nicaragua), donde según sus comentarios conocería el típico clima tropical con el calor y las lluvias de León, permaneciendo hasta el 26 de noviembre 1969. En ambos colegios estuvo impartiendo clases con niños de Primaria “párvulos”  y también dedicado deporte escolar.

Habiendo permanecido algo más de 10 años en Nicaragua, en enero de 1970 volvió a España, destinándolo de nuevo al Colegio de los Escolapios de San José de Calasanz de Algemesí, donde estuvo doce años dedicándose al igual que en Managua, a trabajar con niños de primaria “párvulos” y al deporte escolar. El 3 de octubre de 1982 lo trasladan al colegio de Albacete, donde impartirá clase entre los años 1986/87.
En los inicios del año 2000, al tener ya más edad y después de una dilatada trayectoria de docencia impartiendo clase a los niños, le dispensaron el tener que impartir clase, dedicándose durante un tiempo a gestionar y ordenar la secretaría, que posteriormente, al contratar una secretaria quedó como ayudante. A partir de ese momento y al tener más tiempo libre, se interesó con el desarrollo de las nuevas tecnologías informáticas, que gracias a los consejos y unos apuntes del padre Francisco Montesinos, aprendió nociones básicas de Informática, el uso del ordenador y a navegar por las redes sociales.

En los inicios del 2001 y a petición propia, de nuevo regresó a Centro América, donde permanecería inicialmente y por poco tiempo en la Viceprovincia de la Escolapia de Centroamérica en León. Posteriormente al tener que ser intervenido quirúrgicamente, se desplazó a San José de Costa Rica, donde seria intervenido quirúrgicamente en el Hospital Clínica Bíblica de San José de Costa Rica. En el 2003 vuelve a España, permaneciendo durante un año en el Colegio de los Escolapios de San Joaquín de Valencia. Posteriormente volverá a Albacete en el 2004.



                                      
El padre Ernesto fue una persona cordial, afectuosa, agradable, gran conversador, buen comensal y mejor compañero. En mis numerosas conversaciones personales con el padre Ernesto, realizadas cuando venía a Tormos y Sagra en fiestas o a visitar a sus familiares, me comentó que fue feliz durante todo su apostolado. Que estuvo bien en todos los países y plazas donde le destinaron, pero me confirmó, que sin ningún tipo de excepción ni duda, los años que pasó en Algemesí fueron unos de los más agradables y felices en su peregrinaje como Escolapio.



Personas de su entorno atestiguan, que el padre Ernesto tenía siempre una palabra amable y un gesto cariñoso para con los niños. También lo describen como un deportista nato en sus tiempos, muchos le recuerdan con la sotana recogida en el ceñidor jugando con todas sus fuerzas al frontón. Siempre rodeado de críos, era el organizador y alma de las competiciones deportivas del Colegio, dirigiendo los partidos, enfadándose cuando no hacían demasiado caso a sus directrices. En una de mis ultimas conversaciones en mi casa con el Padre Ernesto, efectuó la siguiente afirmación: “Si volviera a nacer, de nuevo sería Escolapio”.


Colegio San José de Calasanz de Algemesí



Los últimos años y debido a precariedad de su salud, permutada su estancia entre Albacete y Valencia, pero últimamente al acentuarse su dolencia el Padre Ernesto, estaba en la casa de los Escolapios de la Malvarrosa en Valencia, donde lo habían trasladado por el mejor clima y para que fuera atendido lo mejor posible. Pero por el desenlace de la vida Dios le llamó, falleciendo el 8 de febrero de 2013 en Valencia, celebrándose el funeral el día 9 a las 12 horas en la iglesia del Colegio de Albacete. Ahora, cumpliendo sus últimos deseos, descansa en Paz en el Panteón de los Escolapios del Cementerio de Ntra. Sra. de Los Llanos de Albacete.
La Tierra del Camposanto se ha enriquecido con las reliquias de una gran persona, ya que nuestras memorias y corazones están surtidos de miles de recuerdos vividos junto a él. El Padre Ernesto Camps nos deja el testimonio que dejan los santos: Profundo amor a Dios y a su Iglesia. Él lo vivió como un Escolapio de primera.



Video del Padre Ernesto Camps Ginestar de Tormos






Fuentes Consultadas:
- Archivos Secretaria Escolapios de Algemesí
- Archivos Parroquiales de Tormos.
    - Carmen Carrió Camps.




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